domingo, 17 de abril de 2011

DEMASIADO CERCA


Demasiado Cerca

La trágica muerte de los dos hijos de Aarón, Nadav y Avihu.

Se dice que  "un fuego los consumió" (Levítico 10:2), y luego dice que ellos fueron removidos del campamento con sus ropas aún intactas (10:5). ¿Pero cómo puede ser que sus ropas sobrevivieron a un fuego que los mató?
Para haber sufrido este duro castigo, deben haber hecho algo realmente terrible. ¿Pero qué fue lo que hicieron?
Después de esperar durante meses la inauguración del Tabernáculo, Nadav y Avihu estaban tan ansiosos de acercarse a Dios que tomaron potes con incienso y precipitadamente entraron en el Kodesh HaKodashim.
El problema es que el Kodesh HaKodashim es un ambiente que sólo tolera la entrada durante un día del año – Iom Kipur, y sólo una persona tiene permitido entrar – el Cohen Gadol (Sumo Sacerdote). Nadav y Avihu habían entrado en el centro espiritual sagrado del Tabernáculo, un entorno para el cual no estaban preparados – y se vaporizaron.
Se les llama a Nadav y Avihu "los cercanos a Mí" (Levítico 10:3). Ellos tenían intenciones positivas – de acercarse, de unir, de conectar. Y por supuesto que Dios quiere proximidad. Pero hay límites apropiados. Nadav y Avihu cruzaron el límite... y sufrieron las consecuencias.
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Por el Bien de los Demás

Este incidente nos enseña la necesidad de establecer límites en nuestras propias relaciones. Porque hay una línea muy fina separando entre el deseo de acercarse y una conducta poco sana.
Hay una frase...: "Si bien el ternero desea beber, la madre desea alimentarlo aún más". La explicación simple es que, por supuesto, el ternero tiene hambre y necesita comer, pero más aún, la madre está llena de leche, y necesita sacarla de su organismo.
La  enseñanza debe ser entendida de otra manera. Porque si la única preocupación de la madre es deshacerse de su leche, entonces saldría en un gran chorro. Y vemos en cambio que la leche sale precisamente en la proporción correcta para satisfacer las necesidades específicas del ternero. Entonces, cuando el Talmud dice: "Si bien el ternero desea beber, la madre desea alimentarlo aún más", se refiere a que incluso más que los deseos de comer del ternero, la madre desea que él coma – no por el bien de ella, sino porque ¡eso es lo mejor para el ternero!
De eso se trata una buena relación: estar cerca, dar, preocuparse por el otro. Pero no de manera exagerada, o sofocando. Los cabalistas explican esto utilizando una metáfora: Si mi vela está encendida, y otra vela no lo está, entonces es bondadoso utilizar mi vela para encender la otra. Pero entonces, una vez que la otra vela está encendida, la verdadera bondad es echarse para atrás, retirar mi vela y dejar que la otra vela arda por su propia cuenta.
El papel de los padres (o de cualquier otro tipo de educación) es hacer que el estudiante alcance un nivel de independencia. Así, Maimónides escribe que el nivel más alto de caridad es ayudar al otro a crear una independencia financiera – a través de un regalo, un préstamo o un puesto de trabajo.
Una relación de dependencia es poco saludable; es "demasiado cerca".

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Política de Puertas Abiertas

Hay un tipo de persona tiene una política totalmente abierta con los demás, diciendo "Lo que es mío es tuyo, y lo que es tuyo es mío" yo no estoy muy a favor de esta frase....me parece esta persona es ignorante. ¿Por qué? Debido a que este comportamiento es caótico. Tuyo, mío. Al final nadie tiene absolutamente nada.
Digamos que una persona quiere hacer de su casa una "casa abierta", donde cualquier persona puede entrar y salir libremente. ¿Suena bien? No realmente, porque esa persona ya no tiene ninguna base para poder dar. Cuando alguien te invita, entonces tiene sentido, pero en este caso en que cualquier persona puede entrar y salir, en realidad su casa ya no es su casa, ¡y yo no soy verdaderamente un invitado!
No hay distancia, no hay límites entre las personas. La verdad no es sorprendente que el comunismo haya fracasado.
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Compartiendo una Parte

Para acercarte a alguien no debes renunciar a todo, sino que más bien debes "cortar" una parte especial de ti, y compartirla con la otra persona. De esta forma, siempre querrás estar cerca de esa persona, porque ahora comparten esa íntima parte de ti. Sin embargo, al mismo tiempo puedes preservar tu propia individualidad.
Todo es una cuestión de saber dónde establecer los límites. Si establecemos los límites sabiamente, podemos lograr una cercanía adecuada con todo el mundo. Puede ser que estimemos apropiado hablar con un colega acerca de finanzas personales,  con un vecino acerca de política. Pero establecer una cercanía sin restricciones con todo el mundo es la receta para el desastre personal.
Esto se aplica también a la intimidad física. Debemos establecer límites de manera clara y objetiva, de manera que en un momento de pasión no crucemos una frontera poco sana. Esta es una razón por la cual la Santa escritura habla en contra de la promiscuidad, o incluso contra el contacto físico entre los miembros del sexo opuesto. Porque si tengo contacto físico con el sexo opuesto, entonces ¡¿qué queda para mi pareja?!
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La Prueba Judía

Antes de que Dios entregara la Torá en el Monte Sinai, Él, ordenó a Moisés establecer un límite alrededor del monte, para que la gente no se acercara demasiado. Esta instrucción es tan importante que se repite en Éxodo 19:12, 19:21 y 19:24.
"Acercarse demasiado" ha sido una prueba constante para los judíos a través de toda la historia. Tenemos deseos de llegar a los demás, de arreglar el mundo, de traer la paz y de dar paso a la era Mesiánica. Debido a esta intensidad, a veces actuamos con la mejor intención, pero en la dirección equivocada.
El éxito en la vida depende de saber en dónde estamos y hasta dónde podemos llegar. Nuestras fuerzas internas tienen que ser aprovechadas en la medida adecuada, en el lugar adecuado y en el tiempo adecuado. Quizás esta es la razón por la cual Jerusalem – el lugar más sagrado para los judíos – es una ciudad "amurallada".
El error fatal de Nadav y Avihu fue ignorar esto.

Shalom mis Amados

Isabel Lehittermann

miércoles, 13 de abril de 2011

Pesaj 2011

Amados Lectores

Mi Cable...

Un día perdí mi cable de iPod. Lo había dejado en la mesa de noche de un hotel, enrollado al lado del teléfono. Pero cuando llamé al hotel, ellos dijeron que no pudieron encontrarlo. Y entonces comencé a entrar en pánico. No podía encontrar una tienda en Israel que vendiera el cable perdido. Ni una sola tienda. Y fue entonces cuando me di cuenta que era adicta a mi iPod. Sin mis clases descargadas no podía hacer ninguna tarea. Sin mis canciones, no podía correr.

Luego me di cuenta del problema más profundo: Estaba todo tan callado, que se podía realmente pensar. Y ya no estaba acostumbrada a pensar mucho. Con una casa llena de niños, un trabajo, y mi rutina diaria de ejercicios, ¡me las había arreglado para dejar de pensar!

Entonces el hotel llamó para decir que habían encontrado el cable del iPod y que me llegaría en unos cuantos días. Ahí fue cuando me di cuenta que también había creado una vida que tampoco era propicia a la espera. Con todos nuestros mensajes instantáneos, comidas instantáneas y mi personalidad naturalmente impaciente, no me gustaba esperar. Por nada. ¿Cómo iba a soportar el siguiente par de días sin música y sin clases?
Miré a mi iPod sin batería con consternación, y comencé a vivir lo que ahora llamo "síndrome de abstinencia de iPod". Esto se caracteriza por largos periodos de silencio rotos por pensamientos desconocidos y a veces indeseados. Como: ¿Quién soy yo? ¿Estoy cumpliendo lo que me propuse hacer con mi vida? Y si no lo estoy haciendo, ¿Qué me está deteniendo? Y ¿Si me considero una persona relativamente espiritual, entonces por qué cuesta tanto esperar?

Este pequeño cable puede ser tan pequeño que incluso el personal de limpieza no podía encontrarlo, pero sin él, el iPod no funciona. Y comencé a pensar en cómo este cable es similar a la “conexión con el significado” en nuestras vidas. Por ejemplo, en nuestras relaciones con nuestros esposos e hijos, podemos crear todas las rutinas externas y los accesorios de una casa feliz, pero si olvidamos el propósito más profundo de construir nuestros hogares, entonces comenzamos a sentirnos desconectados. Cuando trabajamos, podemos cumplir toda una lista de tareas, pero si olvidamos porqué estamos trabajando en un principio, entonces todos los proyectos son tan sólo armazones vacíos.

Y al igual que mi pequeño cable de iPod, los objetivos más profundos detrás de nuestras acciones difícilmente pueden ser vistos. Son muy sutiles y necesitan reexaminación constante. ¿Quiénes somos? ¿Por qué estamos vivos? ¿Qué clase de hogares estamos intentando construir? ¿Hacia dónde vamos? La respuestas a estas preguntas le dan vida a todo lo que hacemos, y reexaminarlas es crucial para recargar nuestras vidas.


La Conexión de Pesaj

En Egipto, el pueblo judío se había hundido y había llegado al último nivel de desconexión, el 49avo nivel de impureza. Pero aun existía ese pequeño y casi invisible cable de significado. Cuando llamamos a Dios con todo nuestro corazón para que nos salvara, esa última línea de conexión recargó nuestras almas. En un nivel muy profundo nosotros aún sabíamos quienes éramos y hacia dónde queríamos ir. Ni siquiera sabíamos las palabras con las cuales expresar nuestro anhelo, pero sabíamos lo suficiente como para llorar. Sabíamos que debíamos pedir por la reconexión. Sabíamos que el dolor más grande era la distancia del significado, y por eso emitimos un rezo sin palabras para ser reconectados con nuestros destinos verdaderos.

Desde que nació mi primer hijo hace muchos años, pienso en la noche del Seder como en los embriagadores momentos que vienen justo después del parto. (Después de todo, los Sabios explican que nuestros años en Egipto fueron como un embarazo, y el éxodo fue el nacimiento de la nación judía). Podemos sentir la libertad de alguien que pacientemente se ha aferrado a ese cordón umbilical de conexión incluso en el oscuro y silencioso vientre. Sostenemos al bebé por el cual sufrimos, y nos damos cuenta de que nuestro dolor no solamente tuvo un significado, sino que valió la pena cada segundo de incomodidad.

En la noche del Seder sostenemos un cable que recarga nuestras vidas mientras hablamos sobre nuestras propias redenciones personales. Vemos como cada experiencia en nuestra vida fue una parte crucial para nuestro crecimiento. Nos damos cuenta de que cada detalle en nuestras vidas tiene un propósito y nos acerca más a la meta.

Lo que recuerdo más claramente de los Sedarim en mi infancia es la forma en que toda mi familia se encendía cuando llegábamos a la canción "Dayeinu". Cuando yo era pequeña siempre pensé que la razón por la que todos disfrutaban de esa canción en particular era porque tenía una melodía tan pegajosa. Pero a medida que comencé a entender la letra, me di cuenta que mis abuelos y bisabuelos estaban enfocados en el significado de la canción.. Si Él tan sólo nos hubiese sacado de Egipto, hubiera sido suficiente. Si Él tan sólo nos hubiese dado Shabat, hubiera sido suficiente… todo es suficiente.

Porque no veía como podría haber sido suficiente para Dios solamente habernos sacado de Egipto. ¿Por qué era suficiente? Pero cada año, entendía esas palabras mejor. Si estamos profundamente conectados con nuestros objetivos finales, entonces cada experiencia que tenemos es en sí misma suficiente. Incluso si no podemos ver el siguiente paso en nuestro camino podemos apreciar el significado de donde estamos ahora. Y en los momentos oscuros y silenciosos cuando estamos perdidos y confundidos, podemos recordar que incluso si nos alejamos tan sólo un paso más allá de nuestras propias limitaciones, eso es suficiente para comenzar el proceso de recargar nuestras vidas.

Shalom Amados


Isabel Lehittermann